Desde hace mucho tiempo, es conocida la utilización del aceite esencial de orégano.  Este interesante producto natural, dispensa muchos beneficios para la salud, que hoy en día están siendo tomados muy en cuenta por parte de la ciencia. 

 

De hecho, muchas de estas pruebas, son dirigidas a desarrollar alternativas no antibióticas para el tratamiento de infecciones causadas por microorganismos patógenos.


Se ha observado, que este aceite esencial, usualmente varía debido a una gran diversidad de factores, que incluyen las condiciones de suelo, la forma de secado y la temporada de cosecha.


El aceite de orégano contiene, además, una gran cantidad de nutrientes esenciales. Dentro de ellos, se pueden mencionar: magnesio, zinc, calcio, hierro, potasio, cobre y las vitaminas B3 (niacina), C y E.

Beneficios:

  • Combate las enfermedades causadas por virus
  • Controla parásitos externos e internos
  • Favorece la integridad del sistema digestivo
  • Ayuda a prevenir y combatir el cáncer
  • Estabiliza la actividad menstrual
  • Sirve para el tratamiento de estados alérgicos
  • Previene y controla las afecciones respiratorias

Usos: 

  • Tratar hongos en las uñas y los pies. Coloque una cucharadita de aceite de orégano en un recipiente con agua y remoje sus pies. También puede diluir el aceite (mezcle una gota con un cucharadita de aceite de oliva o coco) y aplíquelo sobre las uñas o la piel.
  • Matar parásitos e infecciones. Diluya el aceite (mezcle una gota con una gota de aceite portador como el aceite de coco) y colóquelo debajo de su lengua. Mantenga durante unos cuantos minutos y después enjuague. Repita esto por lo menos cuatro veces al día.
  • Aliviar infecciones sinusales y resfriados. Coloque una gota directamente en su boca o diluir 2 gotas en 3 cucharadas de agua y beber.

También recomiendo aprovechar los poderes antisépticos de este aceite herbal para limpiar su hogar. 

Aquí les comparto una forma muy sencilla de hacerlo: combine cuatro gotas de aceite de orégano con 10 gotas de aceite de limón y un cuarto de taza de vinagre blanco y añada la mezcla a una cubeta con agua. Utilice la mezcla para limpiar las superficies.